Después de romper con su novio, Emily convence a su madre, Linda, para que la acompañe en un viaje turístico a Ecuador. Allá, unos delincuentes las secuestran y las llevan a la selva. Logran escapar de sus captores e inician una huida durante la cual se separan; los criminales atrapan de nuevo a Linda y la encierran en un apartamento en Bogotá. Con la ayuda de unos estadounidenses a los que conoció en Ecuador, de su hermano y de unos agentes, Emily va a rescatar a su madre.